Literatura contemporánea

Literatura contemporánea

lunes, 6 de diciembre de 2010

Literatura actual

LA LITERATURA HISPANOAMERICANA:

Los diecinueve países americanos de habla española presentan unas peculiaridades que conviene tener presentes.
-La naturaleza, con sus proporciones grandiosas: la cordillera, la pampa, la selva amazónica... Sus fuerzas telúricas acompañan a las peripecias humanas en la obra de los escritores.
-El mestizaje, con su alcance humano y cultural. Blancos, indios, negros, mestizos, mulatos... estarán presentes en la literatura con sus problemas. Y además, la simbiosis de las tradiciones indígenas y la española es un fenómeno fundamental.
-Las desigualdades sociales, derivadas de una explotación de las inmensas riquezas por grandes potencias extranjeras con la complicidad de las oligarquías conservadoras nacionales. Frente a éstas, grandes masas paupérrimas (indios y mestizos). Buena parte de la producción literaria denunciará tal estado de cosas.
-La inestabilidad política, resultado de lo anterior. La oligarquía inspira “gobiernos fuertes”; en los sectores intermedios apuntan soluciones democráticas liberales. El resultado es la conocida sucesión de revoluciones y contrarrevoluciones. Es natural que los escritores tomen partido ante tan dramáticos procesos.
La producción literaria de estos países en lo que v de siglo en ingente: hay manuales que censan no menos de 1.500 escritores. Dentro de este siglo se pueden destacar las siguientes etapas con sus tendencias dominantes:
-Años iniciales del siglo: plenitud del Modernismo en poesía. La novela, en cambio sigue fiel al Realismo.
-A partir de 1920: nuevas tendencias poéticas (poesía sencilla o vanguardista); en novela, se consolida un realismo con temas americanos e intención social.
-En los años 40 y 50 se producen experiencias renovadoras en la narrativa, compatibles con los acentos sociales, que se incrementan en la poesía.
-Los años 60 y 70 son, ante todo, los del llamado “Boom” de la novela mundial y cuyo esplendor llega hasta hoy.
La poesía
De 1940 a hoy, la proliferación de corrientes y grupos es extraordinaria, como corresponde a un horizonte geográfico tan extenso y complejo. He aquí algunas tendencias destacadas:
-Pervivencia de la poesía pura o de la vanguardista.
-Poesía comprometida, cuyo modelo es el Canto general de Neruda (1950).
-Poesía de tono existencialista.
-Nuevas corrientes experimentales.

La narrativa

A partir de 1960 en el llamado “Boom” los lectores europeos descubren con asombro autores como Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez... Ellos y otros sitúan a la novela hispanoamericana, a la cabeza de la narrativa mundial del momento.
Estos nuevos novelistas continuaban las innovaciones señaladas en el apartado anterior, las llevaban más lejos y aportaban nuevos recursos. Así, se confirma la ampliación temática, los nuevos tratamientos de lo rural y el “realismo mágico”; se avanza en la renovación de las técnicas narrativas; se enriquece el lenguaje con diversas experiencias... En suma, un derroche de creatividad.
En estos últimos años, la narrativa ha alcanzado un auge extraordinario. La publicación de novelas se ha multiplicado y lo mismo puede decirse de los relatos cortos. El interés que despierta la nueva narrativa queda patente por la proliferación de reseñas in publicaciones periódicas, la frecuente aparición de escritores en los medios de comunicación, los numerosos premios literarios que se conceden y el interés con que el publico recibe la novedades.
-Temas, tendencias y caracteres:
Los autores siguen tendencias muy variadas, en gran medida por la causas antedichas: la libertas total para la creación una vez rotas las trabas de la censura y finalizados lo lazos con el compromiso político; la comunicación masiva con todo tipo de novedades y tendencias; y la fragmentación ideológica del pensamiento occidental.
Desde finales de los años setenta se observa el abandono de la actitud combativa propia de los autores del realismo social, la decadencia de lo experimental y la recuperación del argumento. Los novelistas, en efecto, no escriben sus obras para manifestar sus convicciones e influir sobre la sociedad, ni tampoco como mero ejercicio retórico, sino que buscan temas interesantes y tratan de desarrollarlos con la mayor amenidad posible valiéndose de los recursos narrativos tradicionales.
Entre los elementos que dan cierta cohesión a la narrativa española actual cabe destacar los siguientes caracteres:
-Tendencia a la subjetividad y al intimismo, frecuente en aquellas novelas de tono existencial en las que se presenta a un protagonista algo desvalido o inseguro, que busca su identidad, sus raíces familiares, o intenta hallar un sentido a su vida.
-Proliferación de personajes mediocres, escépticos y moralmente indefinidos
-Abundancia de novelas de tono humorístico y de tonos líricos o nostálgicos.
-Preferencia por los temas urbanos, aunque los ambientes rurales y las interpretaciones idílicas de la naturaleza no son infrecuentes.
-flexibilización de la estructura narrativa, que, en general, se pone al servicio de la expresividad y de la eficacia narrativa.
-Preocupación muy acusada por el lenguaje y búsqueda de un estilo personal.
-Gusto por las referencias culturales.
El crítico Santos Sanz Villanueva agrupa la producción, novelística posterior a 1975 en subgéneros narrativos de carácter temático. Su clasificación nos sirve de base para ver las corrientes más representativas de la narrativa actual.
-Novela negra o de tema policiaco. Posiblemente los autores mas representativos de esta tendencia sean Manuel Vázquez Montalbán y Eduardo Mendoza. También han trabajado en esta línea Antonio Muñoz Molina, en el invierno en Lisboa o Beltenebros, y Juan José Millás, en Visión de la noche.
-Novela histórica. Esta tendencia, también en boga en otros países, produce evocaciones, a veces muy bien documentadas, de acontecimientos o personajes del pasado. Han cultivado la novela histórica, entre otros, José María Merino (El oro de los sueños), Julio Llamazares (Luna de lobos), Javier Alfaya (Encima de o la memoria frígida)y Antonio Muñoz Molina (El jinete polaco).
-Novela culturalista. El culturalismo puede definirse por su heterogeneidad: evocaciones minuciosas del pasado recreaciones de ambientes refinados relacionados con el mundo de los artistas, asuntos mitológicos o reflexiones sobre el proceso creativo. La novela El centro del aire, de José María Merino, podría constituir un buen ejemplo de novela culturalista.
-Novela intimista. Se trata de narraciones que, con un tono lírico muy acusado, tratan problemas humanos relacionados con la búsqueda persona. Ejemplos de novelas intimistas son La lluvia amarilla, de Julio llamazares, El desorden de tu nombre, de Juan José Millás, El sur, de Adelaida García Morales, o Todos mienten, de Soledad Puértolas.
-Oreas tendencias. Bajo este rótulo tan impreciso, se pueden catalogar las novelas que intentan una revitalización de la novela tradicional, como por ejemplo, Juegos de la edad tardía, de José Luis Landero y La fuente de la edad, de Luis Mateo Díez.